El fuego pareció iluminar la nueva asamblea. Decidieron fijar unas normas para la comunidad, que todos se comprometieron a respetar, incluso Elías y Lina. La primera norma era que nadie podría abusar de los demás. Descubrieron que la última salvación que tenían era el propio grupo, y que si el grupo actuaba mal, los peores se harían con el poder.
Se eligió a María como nueva jefa del grupo. Lo primero que propuso fue una casa para todos, donde se encontraran protegidos. Después, dijo una cosa que extrañó a todos:
-Hay que organizar una escuela. Es muy importante que no olvidemos lo que aprendimos en nuestra antigua vida. Cada uno de nosotros tenemos que recordar lo que sabíamos, como ha hecho Omar, contárselo a los demás. Todas esas cosas que parecían inútiles o aburridas son un verdadero tesoro que no podemos perder.
UNA NUEVA COMUNIDAD HABÍA NACIDO...