domingo, 23 de mayo de 2010

LA ISLA 9ª.Parte

El fuego pareció iluminar la nueva asamblea. Decidieron fijar unas normas para la comunidad, que todos se comprometieron a respetar, incluso Elías y Lina. La primera norma era que nadie podría abusar de los demás. Descubrieron que la última salvación que tenían era el propio grupo, y que si el grupo actuaba mal, los peores se harían con el poder.

Se eligió a María como nueva jefa del grupo. Lo primero que propuso fue una casa para todos, donde se encontraran protegidos. Después, dijo una cosa que extrañó a todos:
-Hay que organizar una escuela. Es muy importante que no olvidemos lo que aprendimos en nuestra antigua vida. Cada uno de nosotros tenemos que recordar lo que sabíamos, como ha hecho Omar, contárselo a los demás. Todas esas cosas que parecían inútiles o aburridas son un verdadero tesoro que no podemos perder.

UNA NUEVA COMUNIDAD HABÍA NACIDO...

LA ISLA 8ªParte

La situación cambió porque de repente comenzó a llover con verdadera furia. El fuego se apagó y no fueron capaces de encenderlo de nuevo. Las cabañas que habían construido con ramas y hojas se hundieron. Se refugiaron en unas cuevas cercanas. Elías, que continuaba siendo el jefe, no sabía que hacer. La noche sin fuego se volvió amenazadora. Volvían a sentir miedo.

-Yo se como encender fuego -dijo Omar-. Y se construir una casa sin que se la lleve el agua.
-Pues venga, imbécil, enciedelo ya -gritó Elías.
-No pienso hacerlo hasta que no dejes de ser un bruto.
-Te voy a romper la cara.

Omar se volvió a sus compañeros.
-¿Os dais cuenta de que elegisteis un mal jefe? En vez de hacer que todos colaboremos, solo sabe amenazar. pensadlo bien.

LA ISLA 7ª.Parte

-¿Y si tenemos que quedarnos siempre aquí? -pregunto María.

La idea entristeció a todos. Pensar que no iban a volver a casa hizo llorar a muchos. Aquellas cosas por las que habían protestado tanto -los harario de llegada, el orden en la habitación, las comidas que nos gustaban- ahora les parecía parte del paraíso que habían perdido. Comenzaron a hablar de sus familias, de lo probemas que habían tenido, de separaciones, de choques, y tambien de padres felices y de padres que se quieren.

Elías y lo suyos seguían imponiendo su voluntad, pero su poder era tan injusto que cada vez más chicos y chicas se iban hacercando al grupo de Iván, María y Omar.

LA ISLA 6ªParte

Nuestros amigos tenían problemas muy graves planeados por su situación: cómo sobrevivir, cómo organzar formas pacíficas de vida; pero, además, tenían sus problemas personales. Eran adolescentes, estaban experimentando muchos cambios. A Omar le gustaba hablar con María. A los dos les preocupaban las mismas cosas.

-Es que no sé como soy -dijo María-. A veces soy alegre y otra, de repente, me pongo muy triste y me gustaría no ver a nadie.
- A mi me han preocupado siempre muchas cosas. Yo he pasado toda mi niñez en Chiapas, en un lugar muy pobre, viviendo en una choza. Vivíamos muy mal, pero yo no tenía miedo. Mi padre murió y yo tenía que traer dinero a casa. Sabía todo lo que tenía que saber. Se hacer fuego, cuidar de un campo, ordeñar una vaca, pescar. Fue al entrar en la escuela cuando empece a sentir miedo. No era mi mundo. Lo que se valoraba no era lo que yo sabía hacer. Yo había ayudado mucho a mi madre, pero las matemáticas no se me dan muy mal.
-Tampoco me siento yo muy a gusto. Me gustaría tener mucho éxito, como Lina, pero al mismo timpo me da un poco de rabia las tonterías que hace para atraer a los chicos. Pero no se si en el fondo lo que siento es envidia.

Una mañana vieron a uno de los chicos arrodillado a la salida del sol.
-¿Qué haces? -le preguntó uno de los pequeños.
-Estoy rezando para que nos encuentren.

El pequeño se arrodillo a su lado.

LA ISLA 5ª.Parte

El grupo de Elías comenzó a usar el nombre de ´´los salvajes``. Sabían cómo querían ser: fuertes, vilentos, tiránicos, dispuestos a imponerse a los demás. Habían coseguido dividir el grupo en dos clases: los que estaban con ellos, los que pertenecían a su grupo y obedecían ciegamente a Elías, y los demás, que poco a poco iban convirtiendose en un estorbo. Ellos eran los libres; los demás solo merecían ser esclavos, estar sometidos a ellos.

El grupo de Iván, que empezó a llamarse ´´los samurais``, creía que había que ser de otra manera. Fuertes, sí, pero no para ser violentos, sino para ser justos. El nombre lo había puesto María, porque había visto una película japonesa en que una mujer samurái luchaba por librar a su pueblo de la injusticia. 

LA ISLA 4ª.Parte

La convivencia en la isla comenzaba a ser dificil. Había un enfrentamiento continuo de Elías e Iván. Lo malo era que Elías estaba consiguiendo cada vez más partidarios. Unos se unían a su grupo porque compartían violencia, otros porque la temían.

La dureza de la situación había endurecido también los corazones.Elías convocó otra asamblea para votar un nuevo jefe. Ganó. Se opusieron Iván, María, Omar y otros diez compañeros. Elías gritó:

-Ahora mando yo. Y quien no este conmigo, está contra mí. Así que ya sabéis lo que os jugais.
-Eso no es justo -dijo María-.No se puede amenazar así.
-Yo digo lo que es justo o no lo es -gritó Elías.
-No. Lo que es justo es justo aunque tú no lodigas -respondió Omar.
-Tú te callas. Tú no tienes ni voz ni voto. Vuélvete a tu país si no estás de acuerdo -dijo Elías riéndose.
-Mira, Elías. Todos somos iguales, todos tenemos los mismos derechos. No te pases.
-Ni hablar. Eso sucedía allí. Ahora vivimos en otro mundo. ¿Cómo vamos a ser iguales todos? ¿Quién caza? Nostros. ¿Quién `puede enfrentarse a un animal? Nosotros. Eso es lo único que cuenta.

sábado, 22 de mayo de 2010

LA ISLA 3ª.Parte

Elías y sus amigos solo querían cazar y jugar. No querían trabjar. Coger leña, vigilar el fuego, construir chozas, limpiar el campamento..., les  parecían aburridas. Obligaron a los más pequeños y sobre todo a las chicas, a que trbajaran para ellos. A María le preocupaba cómo se estaban poniendo las cosas. Si Elías convencía a los demás, muchos acabarían como esclavos. Le irritaba, además, el comportamiento de Lina. Se había puesto descaradamente de parte de Elías. Presumía ser ´´su chica``.

A nuestros amigos no les iban tan bien las cosas. Iván, el jefe elegido, se daba cuenta de lo difícil que era mandar. Convocó una asamblea para poner en orden, e hizo un extenso relato de las cosas que se habían decido y que no se habían cumplido: no se habían construido refugios, nadie traía agua fresca al campamento, no se respetaba la zona de los retretes...

Elías y su grupo no querían someterse a la asamblea.
-¡Las normas! -grito Iván-.¡Estas rompiendo las normas!
-¿Y a mi qué? -respondió Elías.
Iván apeló a la razón:
-¡Las normas son lo único que tenemos!
-¡Somos fuertes!, ¡cazamos! ¡Si hay una bestia, saldremos en su busca!

Todos se fueron a cazar. Iván se quedó con Omar, María y algunos pocos más. Pensó en dimitir. Omar le pidió que no lo hiciese.  Elías se metía mucho com él en el instituto y sabía que si se convertía en el jefe, se comportaría de forma muy cruel con él. ¿Cómo convencer a Elías de que tenía que aceptar lo que la asamblea decidiera? María y Omar hablaban con Iván, pero este, por más que pensaba, no sabía encontrar ninguna solución.

LA ISLA 2ª Parte

Nuestros amigos se enfrentaron a innumerables problemas. El primero era sobrevivir. Pero, por si eso no fuera suficientemente complicado, pronto surgieron conflictos entre ellos, porque era dificil ponerse de acuerdo sobre lo que había que hacer. Elías comenzó a dar ordenes, y sus amigos y alguno de los más pequeños lo siguieron. Pero los demás comenzaron a protestar.

-Aquí se hace lo que digo yo, y quien no este de acuerdo que me lo diga a la cara si se atreve.

Hubo un silencio. Iván, entonces, exclamó:
-¡No seas bruto! ¿Cómo vamos a empezar a pelearnos estando como estamos?
-Debemos hacer una asamblea como en el instituto -propuso María-, y elegir a un delegado.

Todos estubieron de acuerdo, y votaron. Iván fue elegido.
-Ahora tenemos que decidir lo que hay que hacer -dijo Omar-. Creo que lo primero es encender una hoguera que esté siempre ardiendo, para que si pasa un barco nos vea. Después, construir algún refugio para protegernos. Y luego, buscar agua y comida.

viernes, 21 de mayo de 2010

LA ISLA 1ª.Parte

Es facil de conprender lo que sentían estos muchachos en la isla. Estaban solos, tenían miedo, no sabían si alguna vez los encontrarían. La primera noche la pasaron apretados unos contra otros, los mayores consolando a los más pequeños, que lloraban. La llegada del sol los animó un poco y, además, debían de ocuparse de cosas urgentes. No podían seguir lamentándose. Tenían hambre y sed, y no sabían si habría alguien más en la isla. El modo de vivir a que estaban acostrumbados había desaparecido.

Descubrieron lo duro de su situación, pero tambien la cantidad de recursos de que disponían para sobrevivir. Tenían que inventarlo todo. Un pequeño grupo decidió ir a explorar, y todos fueron detrás. Nadie quería quedarse solo. La isla era pequeña y estaba deshabita. Encontraron mucha fruta para comer y agua en abundancia. El mar había arrastrado hasta la playa algunas maletas, en las que escontraron ropa, un par de cuchillos, un encendedor muy lujoso, y algunas cosas más.


Vieron con claridad que necesitaban organizarse si querían sobrevivir. Tenían que permanecer juntos y ayudarse. Tenían que fundar una tribu, una ciudad en miniatura. Pero, ¿por dónde empezar? Todos tenían claro una cosa: debían mantenerse unidos y colaborar.

LA ISLA...un lugar para comenzar


INTRODUCCIÓN

Hace muchos años, un avión en el que viajaban los alumnos del instituto cayó al mar en un lugar remoto del Pacífico. Solo se salvaron unos cuarenta chicos y chicas-los mayores, de trece y catorce años-, que consiguieron llegar a una playa. La historia cuenta los problemas que tuvieron que resolver para sobre vivir, muy parecidos a los que la humanidad ha tenido que solucionar a lo largo de la historia.

Los personajes princiales son cinco: Iván era alto, amable, muy popular en la clase. No era el mejor estudiante, pero se llevava muy bien con todo el mundo. Elías era muy fuerte y le gustaba alardear de mayor y gastar bromas pesadas a los demás. Iba siempre acompañado de tres o cuatro amigos, y no tenía muchas simpatías entre el resto. María era la primera de la clase, seria y un poco retraída. Su familia tenía muy poco dinero y ella tenía que trabajar para ayudar a su madre. Nunca llevaba a sus amigos a casa porque le daba un poco de corte. Lina era la más guapa y le gustaba coquetear con todos. Tenía tres o cuatro amigas que le seguían a todas partes, y a las que tirinizaba. Estos cuatro eran populares. El quinto era Omar, un emigrante mexicano. Sus padres eran campesinos de Chiapas, una región muy pobre. A la muerte de su padre, se vieron obligados a emigrar. Omar iba muy retrasado en sus estudios, porque en su tierra había tenido que cuidar de los animales, pero era muy ábil para las cosas prácticas. Elíás y sus amigos la tenían tomada con él.